miércoles, 29 de noviembre de 2006
Los Ubedas
Una de esas puertas lleva a un corral donde viven y se alimentan unas gallinas, que en su día a día se relacionan con otros animales domésticos como los corderos y las ovejas. Cada cierto tiempo, el rebaño crece con la venida al mundo de algún corderito o disminuye por algún festejo.
Hay un plato manchego muy utilizado en momentos de celebración que se llama caldereta de cordero, aunque por esos lugares también se conoce como frite de cordero.
Existen muchos variantes de este plato, pero en el fondo todos llevan lo mismo, cordero troceado, preferiblemente pierna, rehogado en aceite de oliva, unos ajos, sal, pimienta, pimentón dulce, pimiento seco o ñora, tomate con lo que se hace un sofrito, se le añade caldo y se deja cocer. Posteriormente, para que la salsa espese, se incorpora el higado machacado para que espese la salsa. Hay personas que le añaden almendra molida
Mi madre suele preparar un frite muy muy bueno. Normalmente utiliza una sarten con patas sobre un fuego de leña de encina. El aroma de la encina al arder se mezcla con el sabor tan intenso de la carne natural, confiriendole un sabor digno de celebración.
domingo, 26 de noviembre de 2006
El placer de comer bien
Y entonces, ¿qué es comer bien?, para contestar esta pregunta hay infinidad de palabras con las que se puede sustituir el adjetivo bien: abundante, calidad, bien cocinado, en buena compañía, en un ambiente agradable o relacionado con la variedad de platos degustados.
Según el nivel económico y cultural ha evolucionado, el concepto de comida ha variado. Cada vez tenemos menos tiempo para dedicarselos a la familia y amigos. Las comidas caseras están pasando a la historiay las prisas se han instalado en nuestra vida.
Por este motivo, la comida que siempre ha estado relacionada con la necesidad que tenemos todos los seres vivos de alimentarnos, ha pasado a otra dimensión, mas valorada y menos funcional, como es la de arte o placer.
martes, 21 de noviembre de 2006
La Taberna de las Lilas
Corría el mes de marzo del 2004 cuando mi marido y yo, celebrando nuestra luna de miel, volamos hasta Buenos Aires, una ciudad muy bella, parecida a una gran urbe europea. Grandes avenidas y parques verdes, aceras llenas de personas. La temperatura nos acompañó en todo la estancia pues el verano estaba acabando.
La comida, como diría uno de la tierra, espectacular.Recuerdo el bife, el asado de tira y el chimichurri. Qué bueno!!. Los asados y las empanadas de carne o de queso, las facturas y el dulce de leche. A mi no me gusta mucho los postres, por eso, el dulce de leche y los alfajores, no los recuerdo como lo más exquisito. Sin embargo, la carne era extraordinaria, se cortaba como la mantequilla, blanda, roja y con un sabor excepcional.
En España venden carne argentina en algunos supermercados y aunque el precio es bastante más alto que del resto de la carne que se consume, si, recomiendo probarla en alguna ocasión. O si no, existen muchos restaurantes argentinos donde comerla. Esto no significa que aquí no haya buena carne, pero también es interesante conocer otras cosas.
La Vaca Argentina, es un buen ejemplo de un restaurante argentino en Madrid, en mi opinión guarda una buena relación calidad /precio.
En casa, cuando compro carne argentina, hago chimichurri para acompañar, yo incorporo ajo, perejil, ají, oregano, aceite de oliva y un poquito de limón y sal. lo mezclo todo y listo. De esta manera me lo explicaron en una tienda de especias de Bariloche. Aunque los argentinos cocinan mucho la carne, yo prefiero dejarla al punto, y añadirle al final una pizca de Sal Maldon .De esta manera queda jugosa y lista para ser disfrutada con una buena copa de vino tinto argentino o español.
lunes, 20 de noviembre de 2006
Kikappoo Pizza
Kikapoo pizza estaba a 40 minutos de distancia en coche, un viaje tranquilito, carreteras rectas y pobladas de pinos. Mientras que discurriamos por las carreteras interestatales, la boca se hacía agua pensando es la deliciosa pizza con pepperoni que ibamos a degustar: una masa finita, tomate frito con oregano y albahaca, cebolla, pepperoni y aceitunas negras. Un clásico, que por mucho que variasemos, esa era la mejor, la que nunca fáltaba. Un clásico de Kikappoo.
El sitio no era bonito, sino diferente. Estaba regentado por una pareja de indios mayores dentro de una reserva en Conneticut, las mesas eran antiguas y las sillas de hierro muy pesadas. En las paredes habia colgado todo tipo de cuadros y retrato que recreaban la vida de sus ancestros, plumas, trajes de piel, retratos del antiguo jefe junto con un sin fin de artilugios extraños para mí.
Los manteles no existian, los cubiertos de plástico junto con los platos y las servilletas de papel completaban toda la mesa.
La pizza venía recien hecha ( previamente encargada por teléfono), en una bandeja de cartón, con un rico queso mozzarella en la superficie, desbordaba al intentar separarla por porciones y un aroma a orégano que llenaba todo el ambiente.
El refresco por jarras, al igual que el agua. Nosotros la comíamos aderezada con un poquito de guindilla troceada, pues habia un tarro en la mesa con el que nos servíamos.Tanto su sabor, su olor, como el lugar y la compañía, eran especiales, algo difícil de olvidar.
jueves, 16 de noviembre de 2006
Un dia de lluvia.
Busco en la bolsa del pan por si hubiera quedado algo del día anterior y me decido a hacer unas rebanadas.
Me acuerdo como de pequeña en casa de mis abuelos, mi abuela nos freía deliciosas rebanadas de pan en aceite de oliva muy caliente. El pan se queda crujiente, tostado y mojado en chocolate caliente está buenísimo.
Aquí en Madrid le llaman picatostes aunque yo toda la vida las he conocido como rebanadas. No es un desayuno ligero ni nada por el estilo, pero un día es un día.
Todas las rebanadas no están igual de buenas, lo mejor es hacerlo con un buen pan moreno de pueblo. Las barras de pan no hacen buenas rebanadas.
Si preparamos muchas, no importa, ya las reciclaremos en otro plato igual de bueno, con azucar y un chorrito de vino blanco, por la tarde nos las merendaremos.
Volvemos del pasado y vemos que son recetas que nada tiene que ver con los corn flakes, las barritas de muesli o los yogures bio, pero que forman parte de la tradición y de la historia, de cuando los niños no tenias sobrepeso y los frigorificon estaban llenos de productos crudos y naturales.
martes, 14 de noviembre de 2006
Uvas con queso saben a beso.
El queso es un buen ejemplo de ello. Alimento rico en calcio que levanta pasiones, tanto a favor como en contra, puede ser un aliado en momentos de preparar algo rápido, rico y nutritivo.
Un buen trozo de queso manchego con pan sabe a gloria, ya sea curado, en aceite o un poco más tierno, al mezclarse en la boca con el pan, las papilas gustativas empiezan a segregar sus jugos. Sin embargo no es con lo único que se enfatiza el sabor, así tenemos la combinación de queso y membrillo siempre presente en la carta de postres manchegos o la siempre típica tapa de queso con anchoas.
Una combinación muy curiosa es el queso azul o de roquefort con uvas pasas, está buenisima la mezcla de sabores fuertes y dulces. Otra unión muy famosa y exquisita en la del queso parmesano con una pera jugosa.
En el caso de este queso italiano, lo podemos combinar también, con unas gotitas de aceto balsámico que le permitirá expresar toda su potencia gustativa. La provoleta argentina con orégano al fuego de unas brasas y regada con aceite de oliva y un trocitos de tomate natural, nos proporciona un sabor suave y untuoso en boca.
El queso brie con pesto genoves, o el queso camembert frito con salsa de frambuesa son ejemplos claros de platos apetitosos que combinan muy bien los diferentes sabores.
En definitiva, ¿ quién se puede resistir a un beso?
lunes, 13 de noviembre de 2006
La tortilla de patatas
Quiero empezar mi blog de cocina haciendo un homenaje a la tortilla de patata. Todos hemos probado en infinidad de ocasiones este plato, en casa con la familia, en bocadillo en las excursiones con el colegio o en la barra de un bar a la hora del almuerzo,caliente y en muchas ocasiones fria.Sin embargo, pese a formar parte del recetario tradicional español, y tener como base unos ingredientes sencillos, no todas las tortillas son iguales, cada uno de nosotros tiene su preferida. Normalmente, estas preferencias coinciden con la forma de cocinar de nuestra madre o abuela, hay quien le gusta con cebolla, sin cebolla, cuajada o más tierna. En definitiva, un plato sencillo pero con truco.
Pero ¿cómo se hace una buena tortilla de patata?, en mi opinión, el exito radica en la cocción de la patata. La patata de la tortilla no se frie sino que se cuece lentamente en aceite de oliva, hasta que quede blandita, opaca y casi deshecha. De esta manera, estará preparada para , una vez que le quitemos el aceite sobrante ,la sumerjamos en abundante huevo batido. Formando una mezcla jugosa y con texturas similares.
La utilización de ingredientes de calidad, como para la mayoria de platos, nos proporcionará un producto más rico y sabroso. En este caso, es esencial la utilización de aceite de oliva, pero además si teneis oportunidad, probar a hacerla con huevos de campo.Estos les darán sabor y suavidad en el paladar a la vez que aportará un color amarillo intenso que adornará visualmente nuestro plato.
En definitiva, esta tortilla que nos hacía nuestra madre para llenar el bocadillo en las excursiones al campo o a la piscina con los amigos, y que tanto agradeciámos a la hora de abrir el bocata, puede ser algo delicioso, esponjoso y equilibrado o por el contrario aspero, pálido y sin sabor que nos decepciona al primer bocado.
Quiero empezar mi blog de
cocina
haciendo un homenaje a la tortilla de patata.
Quizás del
recetario
tradicional español no hay nada más conocido que el pincho de
tortilla.
Todos la
hemos comido en infinidad de ocasiones, en momentos
tranquilos
en casa, en
bocadillo en las excursiones del colegio, en
la
barra
de
un bar de almue