Lleva toda la noche lloviendo, el dia se presenta nublado y yo desde mi ventana, veo como las gotas pegajosas se deslizan por el cristal. El tiempo no anima a salir, y aqui en casita, con la tenue luz del amanecer me pregunto, ¿qué podría desayunar?, algo calentito, que me aporta vigor y ganas para empezar el dia con fuerza.
Busco en la bolsa del pan por si hubiera quedado algo del día anterior y me decido a hacer unas rebanadas.
Me acuerdo como de pequeña en casa de mis abuelos, mi abuela nos freía deliciosas rebanadas de pan en aceite de oliva muy caliente. El pan se queda crujiente, tostado y mojado en chocolate caliente está buenísimo.
Aquí en Madrid le llaman picatostes aunque yo toda la vida las he conocido como rebanadas. No es un desayuno ligero ni nada por el estilo, pero un día es un día.
Todas las rebanadas no están igual de buenas, lo mejor es hacerlo con un buen pan moreno de pueblo. Las barras de pan no hacen buenas rebanadas.
Si preparamos muchas, no importa, ya las reciclaremos en otro plato igual de bueno, con azucar y un chorrito de vino blanco, por la tarde nos las merendaremos.
Volvemos del pasado y vemos que son recetas que nada tiene que ver con los corn flakes, las barritas de muesli o los yogures bio, pero que forman parte de la tradición y de la historia, de cuando los niños no tenias sobrepeso y los frigorificon estaban llenos de productos crudos y naturales.
Busco en la bolsa del pan por si hubiera quedado algo del día anterior y me decido a hacer unas rebanadas.
Me acuerdo como de pequeña en casa de mis abuelos, mi abuela nos freía deliciosas rebanadas de pan en aceite de oliva muy caliente. El pan se queda crujiente, tostado y mojado en chocolate caliente está buenísimo.
Aquí en Madrid le llaman picatostes aunque yo toda la vida las he conocido como rebanadas. No es un desayuno ligero ni nada por el estilo, pero un día es un día.
Todas las rebanadas no están igual de buenas, lo mejor es hacerlo con un buen pan moreno de pueblo. Las barras de pan no hacen buenas rebanadas.
Si preparamos muchas, no importa, ya las reciclaremos en otro plato igual de bueno, con azucar y un chorrito de vino blanco, por la tarde nos las merendaremos.
Volvemos del pasado y vemos que son recetas que nada tiene que ver con los corn flakes, las barritas de muesli o los yogures bio, pero que forman parte de la tradición y de la historia, de cuando los niños no tenias sobrepeso y los frigorificon estaban llenos de productos crudos y naturales.
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